Friday, March 4, 2022

"HAY CALDO"




La primera vez que vi esa simple declaración ("HAY CALDO") fue en Madrid en 1979 en la puerta de un bar. Lo recuerdo porque mis conocimientos del español eran aún muy limitados y no concocía la palabra 'caldo'. Era un misterio hasta que regresé a la pensión donde vivía y pude buscar la palabra en un diccionario. "Broth". Bueno, estaba aún algo confundido. ¿Por qué diablos pondrían a la entrada de un bar, "There is broth"? Poco a poco lo iba entendiendo y luego, quizás un mes o dos después en una noche de mucho frío entré a un bar en la Plaza del San Ildefonso, en el límite del mítico barrio de Malasaña, donde tuve la buena fortuna de vivir. Pedí un vino y el barman, un poco después de servirme el vino, me puso una pequeña taza con un caldo bien caliente. ¡Caldo como tapa! ¡Una maravilla! Estaba riquísimo y me quitó inmediatamente el frío que había sentido al llegar. Me entró casi, casi una especie de pequeña euforia. Me parecía el colmo de la vida civilizada: yo no había pedido caldo, no le había dicho nada al barman sino "un tinto, por favor". Y sin embargo, all estaba: exactamente lo que el cuerpo (y aún más, el alma) pedía. Desde entonces, "HAY CALDO" siempre ha tenido para mí algo de mágico, como el pregón más minimalista y más sabio posible. ¡Con eso está todo dicho! Señores y señoras, paz y buena voluntad, que HAY CALDO. Desocupado lector: sosiego y serenidad, que en este libro, HAY CALDO. Y así, hasta hoy.  


Poco tiene que ver esta pequeña reflexión con el alcohol, salvo el detalle de que estaba tomando un vino la primera vez que me sirvieron un caldo en un bar. Y e
stoy pensando en esto hoy porque esta mañana leí un artículo muy interesante de Mariola Cubells en El País"Las madres que no tenemos caldo en la nevera: cómo la crianza emocional ha ido ganando terreno". Recomiendo su lectura. Un detalle final: acabo de mirar la plaza en Google Maps. Claro, el bar ya no está. En su lugar hay una clínica dental. Vaya. Así es. Pero bueno, hay caldo! En la clínica no, jaja, pero en nuestra nevera sí.